La influencia del tratado CONVEMAR en la exportación e importacion de pescado

En 1982, la firma y ratificación de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) supuso un punto de inflexión en el ejercicio de la pesca en nuestro país. Los hábitos de captura, exportación e importacion de pescado practicados hasta entonces tuvieron que ser modificados con nuevas normativas de agricultura y pesca.

En España, uno de los países con mayor tradición pesquera del mundo, los cambios en las leyes de pesca extractiva también impusieron cambios en el consumo.

¿Cómo afecta el tratado CONVEMAR a la pesca de especies tan características del sector conservero como la caballa y la sardina?

CONVEMAR, la «Constitución de los Océanos»

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar supuso un acontecimiento histórico. Estableció las pautas que debían regir el comportamiento de las naciones respecto al control territorial y la explotación marítima. Algo que había suscitado tensiones, competencia y guerra desde hacía siglos.

A este tratado se le considera, con todo merecimiento, «la Constitución de los Océanos» y ha traído orden y una regulación fuerte respecto al uso del mar.

Hasta entonces, la consideración de aguas territoriales de los diferentes estados iba de las 3 a las 200 millas marinas. Donde las flotas pesqueras modernas podían navegar por todo el mundo buscando caladeros libres. Esto ocasionó bastantes conflictos jurisdiccionales con países que consideraban violentado su territorio.

CONVEMAR formalizó las distancias que hoy se respetan. Entre los espacios definidos, el más llamativo es el de las 200 millas marinas (unos 370 km) de zona económica exclusiva de los países costeros. Esto, por supuesto, ha tenido repercusiones en el sector pesquero.

La comercialización del pescado con CONVEMAR

La exportacion de pescado en conserva está batiendo récords históricos. Pero en España también destaca el consumo interno, unos 40 kg por persona al año. Esta cifra nos habla del gusto que tenemos por los productos del mar.

Desde la llegada de tratado CONVEMAR y el establecimiento de las 200 millas marinas como zona económica exclusiva. España y la Comunidad Europea han tenido que negociar con otros países el acceso a los caladeros. La flota pesquera española está presente en todo el mundo, aunque lo cierto es que la normativa propiciada por el CONVEMAR ha llevado a la pérdida de varios caladeros y zonas que antes sí se explotaban.

Esta limitación, que reduce el ámbito de acción de nuestras flotas en mares lejanos. Tambien en cierto modo ha reforzado el de por sí tradicional sector de la pesca litoral. La mayor parte de la flota española se dedica a la pesca de bajura. De ella proceden, en definitiva, la mayor parte de los pescados utilizados en la industria conservera: atún, bonito, sardina, caballa, etc.

El Derecho Marítimo moderno ayuda a remodelar y definir el papel de la industria pesquera y conservera en España. Es cierto que ya no tenemos tantos caladeros como antes y hay que recurrir a la importacion de pescado para ciertas variedades. Pero ahora disfrutamos de un sector más sólido que nunca. Permitiendo que cualquier persona disfrute de conservas de pescado azul de producción nacional.

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Así consumen pescado los españoles

España no solo es uno de los países que más pescan en todo el mundo. También es uno de los que más pescado consumen. En concreto, es el país de la Unión Europea con mayor consumo pescado. Hasta un 92 % de los españoles lo toma al menos una vez al mes. Así lo especifican los datos del Eurobarómetro “Hábitos de consumo de productos procedentes de la pesca”, elaborado por la empresa Kantar TNS para la Comisión Europea.

Los datos de este informe también explican que un 75 % de los españoles mayores de 14 años consume en sus hogares pescados o productos derivados de la pesca al menos una vez a la semana.

Si miramos al resto de la Unión Europea, llama la atención que hasta un 20 % de los europeos no consume pescados nunca.

Consumo de pescado azul y otros

Las preferencias de los españoles, en cuanto a especies, están claras. Los datos de Disglobal señalan la merluza como el pescado preferido a la hora de hacer la compra. Inmediatamente después, se sitúa la sardina, que es el pescado azul más demandado.

Igualmente, azul es el salmón, la tercera especie más consumida. Bacalao y lubina, ambos pescados blancos, siguen en la lista de los cinco más vendidos.
Cómo se compra el pescado

Además, en España hay una clara preferencia por el fresco: un 65 % de los consumidores de nuestro país elige productos frescos, mientras que, en el resto de Europa, esa cifra cae al 34 %.

Los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación dicen que, en 2016, el consumo medio per capita en España se situó en 25,49 kilogramos, un poco menos que en 2015. Dentro de esa cantidad, 11,5 kg corresponden al producto fresco, mientras que los mariscos, crustáceos y moluscos llegaron a 6,7 kg.

Por tanto, los españoles se dirigen, claramente, hacia el producto fresco, en cualquier versión y especie. Los congelados han visto caer un poco su consumo y se sitúan en 2,7 kg por persona y año. Por su parte, las conservas y los enlatados aumentaron, durante 2016, para llegar a 4,5 kg por cabeza anuales.

Conclusión

Con esta distribución por tipo de producto, los españoles dejan muy clara su preferencia por los pescados frescos (sobre todo, los azules). También los mariscos, los moluscos, los crustáceos y, aunque en menor medida, las conservas de calidad.

La frescura y calidad, igual que la apariencia, se presentan como los principales argumentos de compra y son las guías que mueven a los compradores al acercarse al comercio. Otros argumentos importante son el precio y, por último, el origen de la pesca. En España, los consumidores se decantan, mayoritariamente, por las capturas locales o lo más próximas posibles a nuestro país.

Por canales, los grandes supermercados son los principales puntos de compra: un 66 % del pescado es adquirido en sus pescaderías o lineales. Por su parte, la pescadería tradicional ocupa el segundo puesto en las preferencias, seguida por las pescaderías de los mercados. Además, crece de forma notable la venta de pescado a través de Internet. En definitiva, la gente prefiere lo fresco.

 

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Estas son las variedades de pescado que exporta España

España es el país que exporta mayores cantidades de pescados y mariscos. En este artículo, presentado por Disglobal Fish S.L., se darán a conocer las variedades de pescado que exporta España anualmente.

La exportación de pescado, en cifras

Según estadísticas oficiales de 2016, España exportó 1.109.022 toneladas de productos pesqueros, por una suma de 3.710 millones de euros. Se trató del segundo producto alimenticio más exportado, detrás de los cárnicos y sus derivados. Las cifras de 2016 representaron, en cuanto a valores de exportación, un incremento del 9% respecto al año anterior.

Para 2017, si bien todavía no hay cifras oficiales, se esperaba una mejora en los números. A modo de ejemplo, durante el primer semestre de 2017, Andalucía exportó pescado por un monto de 145 millones de euros, lo que supone una mejora del 25%, respecto al primer semestre de 2016.

Haciendo un análisis por Comunidades Autónomas, Galicia lidera los índices. Sus niveles de exportación representaron un 55% del total nacional durante la primera mitad de 2017. Le siguen Cataluña (8%) y Andalucía (7,7%), dentro del mismo período.

Los países que más reciben nuestros productos son Portugal, Francia, Italia, Argelia, Grecia y Reino Unido, por este orden.

Estas cifras sirven para entender la importancia de esta actividad económica y su influencia en el desarrollo de las economías regionales.

Las principales variedades de pescado que exporta España

Como hemos dicho, este artículo trata de informar sobre las variedades que más suelen exportarse hacia otros países.

Cuando se trata de preparados y conservas, el atún representa un 67%, en cuanto a volumen; y un 74%, en cuanto a ingresos. En segundo lugar, pero con niveles significativamente inferiores, le siguen las conservas de sepias y calamares (10% de volumen de exportación y 5% de los ingresos). El resto de las conservas y preparados ocupa el tercer puesto: 6% del volumen y solo 5% del valor.

Sin embargo, las conservas representan tan solo un 3% de las exportaciones anuales de pescado. Las cantidades “fuertes” se dan en congelados, frescos y refrigerados y filetes y carnes de pescado. Las siguientes cifras de volúmenes exportados provienen de la Secretaría General de Pesca y corresponden a 2014.

Dentro de la categoría pescado blanco fresco o refrigerado, las variedades que más se venden a otros países son: merluza (26%), lubina (26%), dorada (24%), bacalao (7%) y bacaladilla (6%).

Cuando se trata de pescado congelado, también lidera la merluza. 46% de los congelados pertenece a esta variedad. Le siguen el fletán (17%), la gallineta (15%) y el bacalao (15%).

La merluza también es la variedad que más se exporta en la modalidad de filetes y carnes de pescado blanco, con un 51%. Le siguen el bacalao (31%), la panga (8%), la gallineta (4%), el rape (2%) y el abadejo (2%).

Esperamos que este artículo haya sido de interés. Para más información sobre las variedades de pescado que exporta España, recomendamos consultar las estadísticas publicadas por la Secretaría de Pesca.

 

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La pesca de la sardina ibérica, al borde de la prohibición

La sardina ibérica, la Sardina pilchardus de las aguas españolas y portuguesas, se encuentra en situación crítica. Esto se debe posiblemente a la sobrepesca y el calentamiento global.

El stock de sardina del Cantábrico y Atlántico peninsular no soporta el ritmo actual de captura. Deben tomarse medidas urgentes para recuperar los caladeros y evitar la extinción. En los cuarenta, se obtenían doscientas cincuenta mil toneladas anuales de sardina. En la temporada pasada, apenas se alcanzaron las veinte mil toneladas. Esto se produjo a pesar de las restricciones que la flota ibérica acata desde 2012.

¿Qué ocurre con la sardina ibérica?

El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM o ICES, en inglés) publicó este mes de octubre un informe en el que alertaba del peligro de extinción de esta variedad. El ICES propone a las autoridades europeas vetar la pesca de la sardina ibérica, al menos durante 2018, para intentar regenerar las poblaciones.

El ICES sostiene que su stock podría requerir unos quince años sin pesca para recuperarse. Esto está por encima del límite de la biomasa de reproducción, con una probabilidad superior al 95%.

¿Está prohibida la pesca de la sardina ibérica?

Si bien las recomendaciones del ICES no son vinculantes, el ICES influye como asesor en la Comisión Europea (CE). No obstante, la decisión aún no está tomada.

La CE exige a España y Portugal un plan integral de recuperación del stock de sardina local que garantice su sostenibilidad. El plan, que abarca los próximos cuatro años, será presentado en diciembre y debe ser detallado y bien argumentado. De esta manera evitará que la CE imponga el Total Admisible de Capturas (TAC) cero.

Medidas alternativas al veto

España y Portugal negocian una estrategia conjunta para evitar el cierre de la pesquería mediante la intensificación de las medidas restrictivas. Se prevé que la CE también valore el impacto socioeconómico antes de tomar decisiones.

Algunas medidas contempladas son:

– Prohibir la pesca en zonas importantes de reproducción.

– Reducir la cuota de pesca a unas catorce mil toneladas anuales entre los dos países.

– Reducir los días de pesca a la semana.

– Limitar la captura diaria permitida a media tonelada por barco.

– Prohibir la sardina que no alcance los trece centímetros.

– Prohibir la pesca a menos de cuatrocientos metros de la costa y a profundidades inferiores a los veinte metros.

– Reforzar los controles.

Importancia de la sardina en España y Portugal

Según el Observatorio Europeo de Productos de Pesca, la sardina es el pescado más consumido en Portugal y el segundo en España. Galicia, las comunidades costeras del norte y Andalucía son las regiones españolas que más sufrirían con la prohibición. La pesca, la hostelería y las conserveras serían los sectores más afectados.

Si acaba prohibida la pesca de la sardina ibérica, se estiman pérdidas de unos noventa millones de euros anuales. Solo en Andalucía unas tres mil familias dependen de la sardina local. Seguramente, el consumidor también sufra las consecuencias. Ahora se vende a unos seis euros el kilogramo, pero podría convertirse en un lujo.

La sardina ibérica está en peligro de extinción. Si España y Portugal quieren evitar la imposición del TAC cero, deberán proponer medidas eficaces que compatibilicen la pesca con la regeneración de la especie.

 

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Normativa sobre las tallas mínimas de pesca extractiva

La pesca extractiva es una de las principales actividades económicas en España. Muchas familias y empresas viven de ella.

Para que el sector funcione con normalidad y evitar la contaminación de los caladeros y la extinción de algunas especies de pescado. Es muy importante respetar la legislación vigente en materia de pesca. Prestando mucha atención a las tallas mínimas del pescado.

Respetar las tallas mínimas es importante para evitar el declive de la especie. Se estima que antes de alcanzar la talla mínima, el ejemplar todavía no ha entrado en edad de reproducirse. Por lo que es preciso dejar que los peces superen esa talla para garantizar que se han reproducido y evitar que la especie se extinga.

Leyes de pesca extractiva en España

En nuestro país existe una amplia legislación dedicada a la regulación del sector pesquero. En concreto, el Real Decreto 560/1995 de 7 de abril. Este se encarga de regular las tallas mínimas para determinadas especies pesqueras. Así como su medición, las prohibiciones y sus correspondientes infracciones y sanciones.

Tallas mínimas en los caladeros españoles

En aguas españolas podemos dividir los caladeros en tres zonas en función de las tallas mínimas que deben tener las especies. Así pues, existe la zona que abarca los caladeros del Cantábrico, el Noroeste y el Golfo de Cádiz, la zona de los caladeros del Mediterráneo y los caladeros de las Islas Canarias.

En función de la zona en la que se realice la pesca, las tallas mínimas varían.

La caballa, uno de los productos más demandados por el sector conservero. Debe medir al menos 20 centímetros para poder ser pescada en el Cantábrico, el noroeste y el Golfo de Cádiz. Mientras que si se pesca en el Mediterráneo, basta con que supere los 18 centímetros.

Otro de los productos estrella de las conservas, la sardina. Tiene como talla mínima los 11 centímetros tanto en los caladeros del Cantábrico, el noroeste y el Golfo de Cádiz como en el Mediterráneo y las Islas Canarias.

La trucha solo la podemos encontrar en los caladeros del primer grupo (Cantábrico, noroeste y Golfo de Cádiz) y su talla mínima es de 25 centímetros.

Este real decreto establece que queda totalmente prohibido «retener a bordo, transbordar, desembarcar, transportar, almacenar, vender, exponer o comercializar peces, crustáceos, moluscos u otros productos de la pesca que no tengan la talla exigida». De incumplirse esta ley, los infractores podrán ser sancionados de acuerdo a lo dispuesto en la Ley 53/1982 de 13 de julio sobre infracciones en materia de pesca marítima.

Normativas en agricultura y pesca

Para garantizar una pesca sostenible y productiva, en España existen numerosas normativas. Además de las tallas mínimas para velar por los caladeros. Algunas de las más destacadas están destinadas a la protección de los recursos y las reservas marinas. Así como a la recuperación de entornos y especies.

Es muy importante que la pesca extractiva se lleve a cabo de forma profesional. Respetando la normativa y los recursos para cuidar el tesoro que el fondo marino proporciona.

 

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Como afecta a la exportación de pescado la política de Trump

Los nuevos cambios acontecidos en el ámbito internacional con la llegada al Gobierno de Estados Unidos de Donald Trump no han dejado indiferente a nadie. Tras las previsiones en los periodos de campaña y una vez que Trump ocupa la presidencia de uno de los países más poderosos del mundo, sus promesas y políticas han comenzado a tomar forma y a llevarse a cabo. 

Son muchas las áreas en las que este nuevo presidente ha prometido y anunciado importantes cambios. Una de las que más expectativa está generando en el ámbito internacional es la de política exterior. En este terreno se ha venido anunciando la vuelta a un mayor proteccionismo de EE.UU. frente al resto de países con los que ha venido manteniendo relaciones comerciales. Un proteccionismo que puede afectar al comercio internacional de manera destacada. 

Actualmente, EE.UU. ocupa el sexto lugar en los países receptores de la exportación de España, un 4,5 % del total. Se podría afirmar que es el principal o primer cliente de España de fuera de la Unión Europea. La procedencia de las principales exportaciones de España hacia EE.UU. es de Cataluña, Madrid, País Vasco, Andalucía y Valencia. Los últimos datos sobre el volumen de exportaciones de España ponen de manifiesto que ha ido incrementándose de manera destacada en los últimos años.  

En los datos recogidos sobre las exportaciones en los años 2007 y 2015, algunos sectores han incrementado de forma importante su actividad con EE.UU. Sectores como la exportación de pescado aumentaron un 577%, la manufactura de zinc, un 557%, y la leche y los productos lácteos, un 329%. Otros sectores también aumentaron, como la ropa de punto, que lo hizo en un 327%, los automóviles, en un 307% y la electricidad y los aparatos electrónicos, en un 114%. 

¿Cómo afectará a la exportación de pescado?

Una cuestión que se plantea con la información recogida hasta el momento es de qué forma pueden afectar a sectores como el de la exportación de pescado las medidas de comercio internacional establecidas por Donald Trump. Algunos aspectos a tener en cuenta son:

– Aunque en muchos sectores el nivel de exportaciones a EE.UU. es importante, la Unión Europea sigue siendo el principal destino de las exportaciones españolas.

– Anteriormente a las políticas anunciadas por Trump ya existían ciertas limitaciones en las exportaciones de ciertos productos. Estos debían pasar por varios aranceles e intermediarios antes de llegar al mercado nacional. 

– Si con las nuevas políticas se encarecen los aranceles, los productos españoles perderán competitividad. La razón de esta subida se deberá a que llegarán hinchados de precio al mercado americano. 

Estos cambios, unidos a otros acontecimientos internacionales como el Brexit, hacen que se generen importantes dudas e inestabilidad en torno a las consecuencias para el sector de exportación de pescado. Este, por otro lado, no es el que más depende de las exportaciones a EE.UU. dentro de la economía española. Puede haber un endurecimiento de las condiciones de exportación de estos productos y se pueda perder competitividad en el proceso. Aunque siguen existiendo oportunidades de mercado en el ámbito internacional para estos productos. 

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