Así consumen pescado los españoles

España no solo es uno de los países que más pescan en todo el mundo. También es uno de los que más pescado consumen. En concreto, es el país de la Unión Europea con mayor consumo pescado. Hasta un 92 % de los españoles lo toma al menos una vez al mes. Así lo especifican los datos del Eurobarómetro “Hábitos de consumo de productos procedentes de la pesca”, elaborado por la empresa Kantar TNS para la Comisión Europea.

Los datos de este informe también explican que un 75 % de los españoles mayores de 14 años consume en sus hogares pescados o productos derivados de la pesca al menos una vez a la semana.

Si miramos al resto de la Unión Europea, llama la atención que hasta un 20 % de los europeos no consume pescados nunca.

Consumo de pescado azul y otros

Las preferencias de los españoles, en cuanto a especies, están claras. Los datos de Disglobal señalan la merluza como el pescado preferido a la hora de hacer la compra. Inmediatamente después, se sitúa la sardina, que es el pescado azul más demandado.

Igualmente, azul es el salmón, la tercera especie más consumida. Bacalao y lubina, ambos pescados blancos, siguen en la lista de los cinco más vendidos.
Cómo se compra el pescado

Además, en España hay una clara preferencia por el fresco: un 65 % de los consumidores de nuestro país elige productos frescos, mientras que, en el resto de Europa, esa cifra cae al 34 %.

Los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación dicen que, en 2016, el consumo medio per capita en España se situó en 25,49 kilogramos, un poco menos que en 2015. Dentro de esa cantidad, 11,5 kg corresponden al producto fresco, mientras que los mariscos, crustáceos y moluscos llegaron a 6,7 kg.

Por tanto, los españoles se dirigen, claramente, hacia el producto fresco, en cualquier versión y especie. Los congelados han visto caer un poco su consumo y se sitúan en 2,7 kg por persona y año. Por su parte, las conservas y los enlatados aumentaron, durante 2016, para llegar a 4,5 kg por cabeza anuales.

Conclusión

Con esta distribución por tipo de producto, los españoles dejan muy clara su preferencia por los pescados frescos (sobre todo, los azules). También los mariscos, los moluscos, los crustáceos y, aunque en menor medida, las conservas de calidad.

La frescura y calidad, igual que la apariencia, se presentan como los principales argumentos de compra y son las guías que mueven a los compradores al acercarse al comercio. Otros argumentos importante son el precio y, por último, el origen de la pesca. En España, los consumidores se decantan, mayoritariamente, por las capturas locales o lo más próximas posibles a nuestro país.

Por canales, los grandes supermercados son los principales puntos de compra: un 66 % del pescado es adquirido en sus pescaderías o lineales. Por su parte, la pescadería tradicional ocupa el segundo puesto en las preferencias, seguida por las pescaderías de los mercados. Además, crece de forma notable la venta de pescado a través de Internet. En definitiva, la gente prefiere lo fresco.

 

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La Sardina congelada mediante IQF la mejor opción para su conservación

La sardina es uno de los productos más utilizados en la industria conservera española. Concretamente, la Sardina pilchardus o Sardina común es un pescado muy demandado. Tiene un alto contenido en vitamina D y pertenece a la familia Clupeiade.

Se trata de un alimento muy valorado, ya que puede ser consumido de maneras muy variadas (en espeto, a la brasa, fritas, en conserva, como aperitivo o en bocadillo). Además, como parte de la reputada dieta mediterránea es un producto altamente saludable.

Esta variedad de pescado es de pequeño tamaño, aunque puede llegar a alcanzar los 25 centímetros de largo. Se caracteriza por su forma alargada y escamas en una combinación de colores gris oscuro, azulado y plateado.

La época más propicia para el consumo de sardina fresca tiene lugar en los meses de verano. Las colonias son abundantes al acercarse la sardina a la costa cuando la temperatura del agua aumenta en esta época.

Para capturarla se emplea la pesca extractiva.
En la actualidad, los procesos empleados en la industria conservera y en la industria frigorífica hacen posible que podamos disfrutar de la sardina en cualquier época del año.

La sardina IQF

El método de congelación es el IQF (Indivudual Quick Freezing). Éste permite congelar las sardinas de una en una, garantizando una mejor conservación de sus propiedades alimenticias.

El IQF es un proceso de congelación rápida cuya duración varía en función del producto y de su tamaño. De esta manera, puede oscilar entre los 30 y los 90 minutos de duración. Tiempo suficiente para que los cristales de hielo que se forman en las células de los tejidos de los alimentos sean muy pequeños, evitando el derrame de fluido celular cuando el producto se descongela. Todas las piezas que se congelan pasan por un proceso de glaseado que previne la oxidación.
El resultado final es una mejor conservación de la materia prima, que en este caso es la sardina, obteniendo productos de máxima calidad que conserven todos sus nutrientes.

Completan las ventajas de este sistema de congelado la disminución de los microorganismos, debido al cambio de temperatura tan drástico al que se ve sometido el producto, y el control de las proporciones. Las sardinas se refrigeran una a una, por lo que se puede utilizar en la producción lo que se necesite sin necesidad de descongelar el resto.

Su presencia en el comercio

La sardina congelada mediante IQF, dada la buena conservación de sus nutrientes, es idónea para vender al por menor en cualquier establecimiento. Incluso para transformar en conserva en una de las múltiples variedades que podemos encontrar hoy en día en el mercado.

Algunas empresas especializadas en la distribución y comercialización de productos del mar, como Disglobal Fish S.L optan por este tipo de sistema de refrigeración para sus productos con la finalidad de garantizar su mayor calidad. 

La sardina IQF se suele comercializar por medio de piezas entera, con cabeza, cola y vísceras para su mejor aprovechamiento. Se distribuye en cajas de cartón etiquetadas con toda la información requerida según la legislación vigente.
 
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Propiedades y características de la caballa

La compañía Disglobal Fish produce la conserva de caballa IQF, un producto con alto valor nutricional. La caballa o estornino (Scomber japonicus) es un pez perteneciente a la misma familia que el atún y el bonito (Scombridae). Sin embargo, su tamaño y su peso son menores (en torno a 0,5 metros de longitud y entre 0,25 y 1 kg de peso). Es costera, forma grandes bancos en superficie y es capturada en las costas de España y Portugal mediante pesca extractiva. No existen piscifactorías de caballa que puedan proporcionar una alternativa a la captura de animales silvestres.

La caballa en la dieta

Forma parte de la dieta habitual de los españoles, ya que existen poblaciones en el Atlántico y en el Mediterráneo. Aunque se encuentre por detrás de otros peces como la merluza o la sardina, esta última también un pescado azul. Debido a su posición en la cadena trófica marina como depredador, su sabor es fuerte y, por ello, muy reconocible. Su costo es, también, uno de los grandes atractivos para su comercialización, ya que proporciona una carne de alta calidad a un precio bajo.

Su consumo estaba asociado a personas con pocos recursos económicos hasta su reivindicación actual. La textura firme de su carne ha sido uno de los argumentos sólidos para defender su introducción en la alta cocina.

Propiedades nutricionales

Es un pescado azul ya que contiene alto valor calórico (100 gramos de producto proporcionan 180 Kcal). También tiene una alta concentración de grasa (120 gramos por kilo) comparado con el pescado blanco. Por sus características, es una fuente de ácidos grasos poliinsaturados, entre ellos el conocido Omega 3. El consumo de estos ácidos grasos ha sido relacionado, en numerosos estudios, con una baja incidencia de enfermedades cardiovasculares.

Además, como sucede con la mayoría de pescados, la carne de esta especie piscícola es fácilmente digerible. Un 18,1 % de ella son proteínas de alta calidad. Las proteínas del pescado ofrecen todos los aminoácidos esenciales, es decir, aquellos que necesitamos para vivir pero que nuestro organismo no es capaz de sintetizar.

Otro de los argumentos favorables a su consumo es que contiene altas concentraciones de sales minerales y vitaminas. Particularmente de las del grupo B, presentes en cantidades relevantes. Por su contenido en grasa, también acumula y ofrece vitaminas liposolubles como la vitamina A (retinol, para la vista y la piel) y D (para fijación del calcio en los huesos). También la E (con función antioxidante y antienvejecimiento y protectora frente a determinadas enfermedades cardiovasculares).

Caballa IQF como producto

La compañía Disglobal Fish comercializa este pescado sometido a un proceso denominado Congelación Rápida en Frío (IQF, por sus siglas en inglés). Sirve para prevenir alteraciones físicas, químicas o de carácter biológico, que pueden modificar sus características organolépticas. El proceso de ultracongelacion se lleva a cabo porque la carne de este pez tiende a descomponerse con rapidez. Es el más adecuado para su correcta preservación, aunque tradicionalmente se han aplicado otros como escabechados, ahumados y salazones.

El uso del pescado IQF es la forma más segura para su consumo y la que mejor conserva sus propiedades.

 

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