La pesca de la sardina ibérica, al borde de la prohibición

La sardina ibérica, la Sardina pilchardus de las aguas españolas y portuguesas, se encuentra en situación crítica. Esto se debe posiblemente a la sobrepesca y el calentamiento global.

El stock de sardina del Cantábrico y Atlántico peninsular no soporta el ritmo actual de captura. Deben tomarse medidas urgentes para recuperar los caladeros y evitar la extinción. En los cuarenta, se obtenían doscientas cincuenta mil toneladas anuales de sardina. En la temporada pasada, apenas se alcanzaron las veinte mil toneladas. Esto se produjo a pesar de las restricciones que la flota ibérica acata desde 2012.

¿Qué ocurre con la sardina ibérica?

El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM o ICES, en inglés) publicó este mes de octubre un informe en el que alertaba del peligro de extinción de esta variedad. El ICES propone a las autoridades europeas vetar la pesca de la sardina ibérica, al menos durante 2018, para intentar regenerar las poblaciones.

El ICES sostiene que su stock podría requerir unos quince años sin pesca para recuperarse. Esto está por encima del límite de la biomasa de reproducción, con una probabilidad superior al 95%.

¿Está prohibida la pesca de la sardina ibérica?

Si bien las recomendaciones del ICES no son vinculantes, el ICES influye como asesor en la Comisión Europea (CE). No obstante, la decisión aún no está tomada.

La CE exige a España y Portugal un plan integral de recuperación del stock de sardina local que garantice su sostenibilidad. El plan, que abarca los próximos cuatro años, será presentado en diciembre y debe ser detallado y bien argumentado. De esta manera evitará que la CE imponga el Total Admisible de Capturas (TAC) cero.

Medidas alternativas al veto

España y Portugal negocian una estrategia conjunta para evitar el cierre de la pesquería mediante la intensificación de las medidas restrictivas. Se prevé que la CE también valore el impacto socioeconómico antes de tomar decisiones.

Algunas medidas contempladas son:

– Prohibir la pesca en zonas importantes de reproducción.

– Reducir la cuota de pesca a unas catorce mil toneladas anuales entre los dos países.

– Reducir los días de pesca a la semana.

– Limitar la captura diaria permitida a media tonelada por barco.

– Prohibir la sardina que no alcance los trece centímetros.

– Prohibir la pesca a menos de cuatrocientos metros de la costa y a profundidades inferiores a los veinte metros.

– Reforzar los controles.

Importancia de la sardina en España y Portugal

Según el Observatorio Europeo de Productos de Pesca, la sardina es el pescado más consumido en Portugal y el segundo en España. Galicia, las comunidades costeras del norte y Andalucía son las regiones españolas que más sufrirían con la prohibición. La pesca, la hostelería y las conserveras serían los sectores más afectados.

Si acaba prohibida la pesca de la sardina ibérica, se estiman pérdidas de unos noventa millones de euros anuales. Solo en Andalucía unas tres mil familias dependen de la sardina local. Seguramente, el consumidor también sufra las consecuencias. Ahora se vende a unos seis euros el kilogramo, pero podría convertirse en un lujo.

La sardina ibérica está en peligro de extinción. Si España y Portugal quieren evitar la imposición del TAC cero, deberán proponer medidas eficaces que compatibilicen la pesca con la regeneración de la especie.

 

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